Hoy veremos cómo exportar nuestra edición en distintos formatos y para distintas plataformas de emisión y reproducción.
Cuando por fin tenemos nuestra edición, con sus cortes, transiciones, efectos de vídeo, efectos de sonido y grafismos, debemos compilar todo eso en un sólo archivo de vídeo para poderlo reproducir. A esto se le llama exportar, y Adobe Premiere permite hacerlo directamente desde él mismo. Se puede exportar tanto para soportes digitales como físicos (DVD, Blu-Ray o cinta) aunque en realidad cualquier export digital puede usarse a posterior para crear un formato físico con software específico.
De todos modos hoy nos centraremos en la exportación digital, que será la más versátil.
Consideraciones Iniciales
Antes de empezar a hablar de cómo exportar, queremos dejar claros ciertos conceptos que conviene conocer.
Buscar máxima calidad según el destino final
Normalmente, cuando exportamos, buscamos mantener el máximo la calidad, pero a la vez, que el formato y compresión sean los adecuados para el destino de ése export en concreto. De hecho, lo normal es realizar distintos exports de nuestros proyectos para disponer de distintos archivos a distintas calidades, dependiendo de para qué vayamos a usar cada uno. Por ejemplo, tener un export en h.264 a 1080p y 15 Mbps para usar en Youtube, u otro en MPEG-4 a 1080p y 36 Mbps para generar un Blu-Ray o un MPEG-2 a 576i a 7 Mbps con barras negras 4:3 para un DVD clásico.
Si no sabéis de lo que estamos hablando os dejamos la clase de tipos de archivos y formatos donde explicamos que hay muchos tipos de archivos posibles y cuales son sus principales características.
Cada vez que queramos hacer un render de nuestra secuencia de Premiere, este volverá a leer y generar los efectos aplicados, con lo que en realidad es buena idea sacar un Export al que llamaremos master con la calidad más alta posible, y a partir del mismo sacar las distintas versiones para otros usos. La razón es para ahorrar tiempo de recodificación ya que cuesta menos leer un archivo ya compilado que volverlo a compilar cada vez.
El formato digital no se degrada
Otra gran ventaja del vídeo digital es que no se degrada con cada uso, cosa que sí pasaba con los formatos analógicos, fueran magnéticos o en negativo. Entonces existía un concepto llamado generación, que indicaba las generaciones previas que existían de ese duplicado.
Dada la naturaleza analógica del soporte, cada vez que se generaba una copia nueva, se perdía información y por tanto, calidad. Y no solo eso, en ciertos soportes como el magnético también se perdía calidad con cada uso y reproducción del soporte. Cuando se pasó a usar grabación digital en cintas magnéticas se consiguió un gran avance para que las generaciones de duplicados no importaran, puesto que si bien la señal electromagnética de la cinta podría degradarse, la recuperación de datos dañados era más sencilla al tratarse de 0 y 1 y no de ondas sinusoidales. De hecho, un error de lectura en digital no se percibe como poca definición sino como un glitch, un fallo visual o auditivo, que significa que la reconstrucción de datos corruptos no genera una lectura lógica de la información original.
Así que en formatos digitales tenemos la capacidad de mantener la calidad entre copias exactas, ya que los 0 y 1 de nuestros datos nunca van a perder calidad. Eso sí, todo esto no significa que no se pueda perder calidad dependiendo como tratemos nuestro export ya que…
La información digital es la que es
Y aquí es cuando comentamos lo más importante a entender de cara al render y export: no se puede sacar de donde no hay. Si bien es posible subir todo lo que deseemos la calidad, tanto en resolución como bitrate, a la hora de exportar hay que tener en cuenta que la calidad objetiva máxima nos la define el asset original que usemos en nuestra edición. Podremos comprimir esa información, incluso reducirla y perderla si nos interesa, pero jamás ganar más información de datos que la presente en el original.
Si nuestro material de origen es un vídeo 1080p (o sea, con resolción 1920×1080 progresiva) y la cámara usa un bitrate de 25Mbps, por mucho que luego dupliquemos al exportar la edición a UHD (o sea, 3840×2160) y subamos el bitrate a 50Mbps, la información no se va a generar de la nada: simplemente duplicará la información tanto de píxeles como de datos por segundo. Conseguiremos un archivo que pese el doble, pero que no habrá ganado nada de calidad y hasta podría decirse que ha perdido, ya que estaremos haciendo una imágen el doble de grande sin tener esa información.
Así que conviene marcar esto como máxima: al exportar, usaremos como tope el bitrate y resolución de nuestro asset principal o el del asset de mayor calidad original. Así conseguiremos mantener la calidad máxima pero sin añadir información redundante al archivo resultante. Y ese ratio entre calidad y peso de información dependerá del códec usado.
Todo depende del códec
Recordad también que no siempre mayor peso de archivo o tasa de bits significa mayor calidad. Para eso están los codecs, que mediante sus algoritmos de compresión serán más o menos capaces de almacenar datos de más o menos tamaño.
La contrapartida de esto es que hay codecs muy elaborados que no son muy ágiles a la hora de reproducirse o editar. Por ejemplo, el h.264 es un codec ahora muy extendido y que muchas plataformas de reproducción y edición ya han optimizado para su agilidad, pero el reciente h.265 aún puede seguir dando problemas.
En esta clase y curso no pretendemos explicar ni de lejos los miles de códecs y formatos posibles, pero teniendo en cuenta todo esto que os hemos comentado, va a ser más fácil entender la naturaleza de ciertas decisiones que se toman a la hora de exportar nuestro vídeo.
Ahora sí, abramos nuestro proyecto de Premiere terminado, y veamos cómo exportar.
Exportar desde Premiere
En Premiere podemos exportar desde un asset en nuestra zona de proyecto a nuestra línea de tiempo. Lo importante es seleccionar lo que queremos exportar antes de hacerlo. Toda pestaña de nuestro espacio de trabajo tiene un reborde azul cuando está seleccionada y son assets en la pestaña de proyecto, tendrán un realce en gris más claro.
Decimos esto porque muchas veces le damos al parámetro de exportar y no funciona, o no nos propone exportar lo deseado, y se debe a que no hemos aplicado el orden teniendo seleccionado lo que realmente queremos exportar. No es necesario marcar un IN y un OUT en la línea de tiempo si sólo tenemos el montaje, ya que detectará que éste termina en el último frame disponible.
Por el contrario, si sólo deseamos exportar una parte de nuestra edición o si en la misma línea de tiempo tuviéramos assets de prueba después de nuestro montaje principal, entonces sí que marcaremos IN y OUT.
Con nuestra zona o aset de exportación seleccionada y delimitada la manera más rápida de exportar sería usando Exportación Rápida.
En nuestro caso, que diseñamos un espacio de trabajo personalizado, quitamos precisamente el acceso a esta función. Formaba parte de esa barra donde teníamos acceso directo a los distintos espacios de trabajo, y que ocultamos para maximizar el espacio de visualización. La podemos recuperar si vamos a Ventana > Espacios de Trabajo, y se nos volverá a añadir esa barra. Pues en su extremo derecho hay un icono de exportación que podemos pulsar.
Al hacerlo, se abrirá un menú muy sencillo, en el que nos deja escoger 2 parámetros: ruta y nombre, y el ajuste preestablecido. Con la ruta definiremos dónde se guardará el archivo y qué nombre queremos darle.
Mientras que en ajustes preestablecidos, nos permite 3 opciones en los que mantiene el tamaño de fotograma, pero permite elegir entre 3 tipos de calidad de bitrate, o por el contrario podemos reescalar el tamaño de fotograma pero con un bitrate alto en cada una de las resoluciones propuestas.
Esto nos exportará un archivo .mp4 en h.264 con las características que nos indica en la parte inferior del recuadro. Hay que admitir que son parámetros bastante estándar y correctos, y en la mayoría de casos resultarán adecuados. Si le damos a exportar, automáticamente Premiere procesa toda nuestra edición y dependiendo de lo mucho que tenga que procesar, tardará más o menos. Mientras lo haga no podremos seguir usando Premiere hasta que termine el proceso.
Pero veamos mejor las opciones que tenemos si usamos la exportación de medios de forma manual y controlada.
Para ello no hace tener ningún icono ni ninguna ventana de espacio de trabajo específica, simplemente seleccionamos nuestro elemento a exportar y vamos a Archivo > Exportar > Medios o usamos el atajo de teclado Ctrl+M.
Aprovechemos un momento que hemos abierto este desplegable de Exportar para comentar el resto de opciones por encima. Vemos que hay ciertos elementos no seleccionables que són bastante autodefinitorios, como exportar en cinta, que si tuviéramos un dispositivo externo de este tipo nos permitiría derivar ahí nuestra edición.
Pero los que si que podemos elegir como EDL, OMF, AAF, Avid Log Exchange o XML de Final Cut Pro, no exportarán la compilación, en su lugar sirven para crear archivos de metadatos de edición que són compatibles con otros softwares de edición.
No entraremos en ellos ya que son un mundo a parte, pero es bueno saber que Premiere tiene estas opciones, aunque con ciertas limitaciones, para crear archivos de proyectos editables compatibles con otros programas.
Volvamos al Exportador de Medios, y se nos abre esta ventana:
Se divide en dos grandes bloques: previsualización y ajustes.
En la parte de previsualización tenemos 2 pestañas, Origen y Salida, que nos muestran el proyecto original y una previsualización del resultado final. Si vamos a Origen, podemos activar la opción de recorte, en que podemos definir unos márgenes de recorte para nuestro export.
Y en Salida, veremos el resultado de ese posible recorte y podemos definir cómo queremos que escale el contenido dentro del tamaño. En la parte inferior vemos que podemos elegir de nuevo puntos de entrada o salida si arrastramos los triángulos de los extremos de la línea de tiempo, o elegir qué intervalo se usará.
Pasemos ahora al bloque de Ajustes, que tiene miga. También podemos dividir esta parte en bloques: Ajustes básicos, Parámetros Manuales y Extras.
Ajustes básicos
Lo primero que podemos activar o desactivar es si queremos que nuestras propiedades de exportación coincidan con los ajustes de secuencia. Esto es parecido a utilizar los parámetros que hemos visto en Exportación Rápida. Si lo desactivamos, podremos usar nuestros propios parámetros personalizadamente.
El primero es el de Formato, en que elegiremos qué formato deseamos, dependiendo del export que queramos hacer. Hay formatos de vídeo tanto en SD como HD o UHD, los hay de sólo sonido, e incluso de secuencia de imágenes y metadatos.
Después de elegir nuestro formato, debemos elegir su Ajuste predeterminado. Por defecto Premiere incorpora un montón de opciones en cada uno de los formatos, dependiendo del uso que vayamos a dar a nuestro export.
Al lado del selector de ajuste hay tres iconos, que permiten Guardar Ajuste Personalizado, Exportar Ajuste o Borrar Ajuste. Los veremos un poco más adelante. Debajo hay una casilla de Comentarios, en la que podemos dejarnos notas sobre dicho ajuste.
A continuación tenemos la opción de definir el Nombre de Salida, en la que haremos no solo eso, sino también definir su ruta, o sea, el lugar en que queremos que se guarde el archivo. Y por último, tenemos dos casillas marcables en las que indicamos si queremos exportar o no tanto el vídeo como el audio, si así lo deseamos.
Al final vemos un resumen de Salida con los parámetros que hayamos definido, y también Origen, que nos muestra las propiedades del elemento original que hemos decidido exportar.
Pues esta zona es interesante que investiguemos todas las opciones que nos ofrece, ya que a pesar de usar ajustes predefinidos nos ofrece muchísimos más y más específicos que las vistas en Exportación Rápida. Por ejemplo encontramos los presets para redes sociales como Youtube o Facebook, o presets para dispositivos específicos como teléfonos o tablets.
Y el hecho de tener opciones de exportación de sólo sonido como MP3 o WAV o de secuencia de imágenes nos dan una gran versatilidad a la hora de usar la exportación para elementos más concretos, como extraer el sonido de un vídeo que nos interesa para tener un asset separado o llevar esa secuencia de imágenes a otro programa de retoque de color, por ejemplo.
Si bien podríamos usar estos ajustes predeterminados para nuestros exports,, veamos ahora el siguiente bloque, que es el de Parámetros Manuales.
Parámetros manuales
Lo primero que vemos en este apartado son una serie de pestañas; Efectos, Vídeo, Audio, Multiplexador, Subtítulos y Publicar.
Estas nos permiten modificar distintos aspectos de nuestro export. Veámoslas rápido ahora que más adelante ya investigaremos al detalle cada uno de estos apartados.
- Efectos nos permite aplicar y añadir ciertos efectos de color, sonido o superposiciones gráficas al montaje. Podemos elegir un look de Lumetri, o superponer una marca de agua, e incluso aplicar una normalización o limitación de sonido general. No recomendamos usar estos parámetros ya que se supone que hemos conseguido todo eso en nuestra edición previa.
- Vídeo es la pestaña principal que nos interesa, donde podremos modificar los parámetros de tamaño de fotograma, frame-rate y bitrate entre otros.
- Audio es la otra pestaña que nos interesa, en la que definiremos los parámetros del audio, como el códec o la tasa de bits.
- Multiplexador sirve para elegir parámetros de contenedor y formato, y recomendamos no modificar estas opciones.
- Subtítulos nos permite elegir nuestras capas de subtítulos creadas en Premiere y decidir qué hacer con ellos, ya sea incrustarlos gráficamente o exportarlos como archivos o metadatos adjuntos.
- Y por último Publicar, que nos permite configurar nuestro export y sincronizarlo con ciertas redes de publicación ya sean web o FTP, para que se publique como deseemos después de exportarse.
Pues todas estas opciones tendrán unas opciones u otras dependiendo del Formato que hayamos elegido anteriormente. Y no siempre hay que configurar todas las opciones, ya que dependiendo de nuestras necesidades, activaremos o variaremos opciones de cada una.
Cuando modifiquemos los parámetros de todo esto según nos convenga veremos que en el apartado anterior de Ajustes ha cambiado de un Ajuste Predeterminado a Personalizado, y es aquí cuando recuperamos esos botones de Guardar Ajuste.
Podremos elegir un nombre personalizado e importante marcar las dos casillas para que nos conserve no solo los parámetros de vídeo y audio, sino los efectos o configuraciones de subtítulos y publicación si las tuviéramos.
Así podremos recuperar siempre nuestra configuración personalizada para volverla a usar como un Ajuste Preestablecido dentro de ese Formato.
Extras de exportación
Este último apartado consta de casillas clicables que por defecto están sin marcar, ya que són opciones más secundarias pensadas para procesos no definitivos de exportación.
Podemos estar tentados en apretar la casilla de Usar calidad de procesamiento máxima pero la verdad es que intentará usar el máximo de vuestra máquina para sacar mejor calidad, pero añade un tiempo exagerado de procesamiento para un resultado que no varía mucho si configuráis bien vuestros ajustes.
Lo realmente interesante de aquí son los botones de abajo de todo.
Metadatos nos permite añadir datos como Autor o Derechos, que dependiendo el archivo se añadirán al mismo contenedor (como un MP3) o crearán un archivo adjunto. Va muy bien si deseáis dar información al siguiente usuario del archivo que exportéis, o para definir datos que puedan ser leídos por aplicaciones de reproducción como títulos o descripciones.
Luego tenemos dos botones que serán la siguiente decisión que deberemos tomar:
- Si queremos exportar el vídeo ya, le daremos a Exportar. Esto utilizará el mismo motor de render de Premiere para empezar a exportar como hemos visto antes con Exportación Rápida, pero nos bloqueará el programa hasta que termine el render, y además sólo nos deja exportar un proyecto a la vez.
- Si en realidad queremos dejar preparado el export y seguir trabajando mientras se hace, o acumular distintos renders, usaremos Cola que abrirà el Adobe Media Encoder.
Si optamos por la primera opción, genial, conseguiremos nuestro vídeo una vez se termine de exportar. Pero si optamos por la segunda, quizá deberíamos hablar de qué es y cómo funciona Adobe Media Encoder.
Exportar desde Media Encoder
Adobe Media Encoder es un programa independiente de Adobe que sirve para transcodificar archivos multimedia como sonidos o vídeos y convertirlos a una amplia variedad de formatos.
Si bien se puede adquirir por sí mismo, normalmente viene incluido con cualquier plan conjunto de vídeo de Adobe Cloud.
Si queréis recordar cómo conseguir, descargar e instalar cualquier aplicación del Adobe Cloud, os dejamos el enlace a la clase de Configurar Premiere en la que os explicamos todas las opciones y la manera de conseguirlo.
Si abrimos Media Encoder por sí mismo, nos aparecerá en su aspecto por defecto:
- Navegador de Medios que nos muestra nuestro sistema, carpetas y archivos en el ordenador.
- Navegador preestablecido en el que se nos muestran los ajustes preestablecidos tanto de Premiere como los creados por nosotros.
- Cola que es donde se añadirán todos los renders que mandemos a Media Encoder en una lista.
- Carpetas de Inspección que nos permite configurar ciertas carpetas de nuestro sistema para que se codifiquen los archivos que se encuentren en ella automáticamente a un formato deseado.
- Y por último Codificación, donde se previsualizará tanto el progreso como el resultado de nuestro export en directo.
Si bien el espacio de trabajo por defecto no tiene nada de malo, nosotros proponemos cerrar los dos paneles de Navegador ya que apenas van a usarse, haciendo el Media Encoder más compacto y diferenciable de Premiere, así no los confundiremos cuando los usemos a la vez.
Igual que en Premiere, podemos recuperar los paneles cerrados en Ventana y allí también podemos guardar el espacio de trabajo personalizado. Ahora podríamos añadir elementos a la cola si presionamos el símbolo de (+) que tenemos arriba a la izquierda. O podemos arrastrarlos directamente desde las carpetas de nuestro sistema a la zona de cola.
Podemos añadir tanto archivos de vídeo como de sonido e incluso proyectos de Premiere o After Effects, gráficos vectoriales o de imágen JPG, PSD, GIF… ¡Y mucho más!
Hay opciones distintas dependiendo del asset, por ejemplo, si seleccionamos varios clips de vídeo nos deja marcar la opción Unir Clips que nos crearía un sólo archivo de vídeo con todos los clips seleccionados unidos en uno; muy práctico si queremos consolidar assets.
Pero un momento… ¡que estábamos en Premiere para exportar nuestra secuencia de montaje terminada!
Ya hemos dicho que no es necesario tener abierto previamente Adobe Media Encoder, ya que si estamos en el exportador de Medios de Premiere y marcamos la opción Cola, éste se nos abrirá automáticamente y añadirá el export a la lista.
Mandar un export a la cola de Media Encoder tiene varias ventajas:
- Libera a Premiere mientras se renderiza en Media Encoder, con lo que podemos seguir editando mientras exportamos.
- Genera un duplicado temporal de la secuencia a exportar en caché cuando lo mandamos a Media Encoder, con lo que nos permite mandar distintas veces con distintas configuraciones o montajes de la misma línea de tiempo.
- Permite dejar la cola en Pendiente o En Pausa para poder exportar en un momento más adecuado para el rendimiento de nuestro sistema. Incluso podemos cerrar Adobe Media Encoder sin haber exportado nada, y nos conservará la última cola pendiente cuando lo volvamos a usar.
Obviamente, las ventajas son muchas, y el único inconveniente es que, a pesar de poder seguir usando Premiere mientras exportamos, los recursos del sistema para un render son muy exigentes, y tampoco podamos trabajar con comodidad durante el export.
De todos modos, recomendamos usar Media Encoder siempre que sea posible, ya que al poder acumular renders y hacerlos cuando tengamos un momento de mayor descanso de la máquina los hará más eficientes y con menos opciones de errores y cuelgues del sistema.
Media Encoder nos permite cambiar de nuevo los parámetros de nuestro export, con lo que en realidad podríamos marcar en Premiere directamente Cola y aquí configurar nuestro archivo de salida.
Vemos que cada línea en Cola permite seleccionar Formato, Ajuste y Archivo de Salida. En los desplegables al lado de Formato o Ajuste, aparecerán los presets, y clicando encima del texto azul, se abrirá el cuadro de configuración que hemos visto en Premiere. Y en Archivo Salida, definimos ruta y nombre.
Una vez tengamos los parámetros deseados, con el botón de Play verde situado arriba a la derecha empezará nuestro export.
Si queremos cancelarlo, apretaremos el cuadrado de Stop o podríamos pausarlo si volvemos a apretar en la zona del Play (que durante un export se muestra con el logo de Pause).
Cuando el render de toda la cola termine, sonará un aviso y ¡listos!
No hemos entrado en la configuración específica de Adobe Media Encoder, que es parecida a la de Premiere, pero recordar que si vamos a Editar > Preferencias podremos definir tanto los cachés de medios como la memoria destinada. Y quizá lo más importante, los que tengáis GPU, podéis activarla para que se use en el render tanto en Preferencias como en el pequeño recuadro que aparece al final de la cola.
Pues ahora que hemos visto las distintas maneras de exportar tanto directamente desde Premiere o mediante el Adobe Media Encoder, pasemos a analizar un poco distintos formatos habituales de exportación y sus parámetros.
Parámetros para Archivo Master
Cuando hablamos de exportar un archivo Master nos referimos a ese archivo que va a disponer del máximo de calidad a poder ser sin pérdida ni compresión y que puede usarse a partir de entonces como archivo principal para sacar duplicados a distintas calidades de nuestro vídeo. Lo hemos dicho al principio, pero lo recordamos ahora otra vez: la calidad máxima objetiva que podemos conseguir viene marcada por las características de formato y códec del archivo original de nuestros assets.
Eso no significa que no queramos tener un archivo que nos asegure estabilidad tanto de codificación como de calidad, aunque eso signifique usar un códec que aumente el peso final necesario o un formato que no sea el ideal para reproductores caseros. Se trata pues de un archivo que se usa más en funciones de asentamiento y almacenaje, que no para reproducir o compartir.
Dicho esto, hay muchos candidatos entre todos los formatos de vídeo posibles en Premiere para generar nuestro Master. Nosotros, por ejemplo, recomendamos usar formato QuickTime con el ajuste Apple ProRes422.
En el apartado Vídeo miramos que todo esté correcto a nivel de tamaño de fotograma, fps y como mucho podemos marcar la casilla de Procesar a la máxima profundidad para asegurarnos que usa todo el espectro de colores de color.
Y en el apartado Audio también vamos a comprobar que la velocidad de muestreo y tasa de bits sean la correcta, al igual que los canales de audio.
Si tuviéramos Subtítulos iríamos a su apartado y decidiremos si los queremos grabados en el vídeo (o sea, incrustados) o en un archivo sidecar (en un archivo adjunto, que recomendamos que sea .SRT). Esto nos generará un archivo .MOV con una tasa de bits aproximada de 120-130Mbps. En nuestro caso que grabamos en DSLR en h.264 y una tasa aproximada de 40Mbps, con lo que en realidad estamos hinchando la calidad.
De todos modos es recomendable hacerlo para el master, ya que todo el resto de elementos creados como gráficos o efectos de color han añadido información que nos interesa conservar con el máximo de profundidad y calidad. Este archivo resultante, si bien será pesado y muchos reproductores no podrán usarlo, resulta ideal para transcodifcar después partiendo de una base segura y fiable, que es de lo que se trata en un Archivo Master.
Parámetros para Youtube
Veamos ahora los parámetros deseables para Youtube, estos dependerán de la resolución de nuestro vídeo.
En la misma web de Youtube nos especifican el tipo de archivo y formato ideal para ellos, ya que aunque acepta multitud de formatos, acabará convirtiéndolo en ese y si lo colgamos como tal nuestro procesamiento en Youtube será más rápido. Os dejamos en pantalla un pantallazo de esos parámetros y también ponemos un enlace a dichos parámetros, por ejemplo, lo que se requiere si vamos a usar 4K o, como en nuestro caso, un 1080p.
Veamos cómo conseguir lo que nos pide Youtube en nuestro export.
Cuando estemos en el cuadro de Ajustes de Exportación lo primero que debemos seleccionar es el Formato como H.264, y luego vemos que existen varios Ajustes Predeterminados ya llamados YouTube y varias resoluciones. En nuestro caso usamos YouTube 1080p Full HD.
En el resumen ya vemos qué parámetros le aplicará:
Resolución 1920×1080, progresivo, píxel cuadrado, VBR (Bitrate Variable) con destino 16Mbps y máximo de 16Mbps, junto a un Audio en AAC a 320Kbps de 48Khz y Estéreo. Eso significa que el preset seleccionado entra dentro del rango que nos pide en el rango alto, así que podemos usarlo sin miedo.
De todos modos sí que recomendamos ir a los parámetros de Vídeo y volver a marcar la casilla de Procesar a la máxima profundidad, para asegurarnos que se usa todo el rango de colores. Además, en el caso del H.264, Premiere nos ofrece una información muy valuosa en la parte inferior de la ventana, que es el tamaño estimado del archivo. Aproximadamente nos dirá el peso que tendrá el archivo una vez se codifique, cosa que nos resulta perfecta si es que deseamos realizar cambios personalizados a la configuración en búsqueda de un peso de archivo determinado.
Parámetros personalizados
Ya hemos visto varios ajustes de parámetros predeterminados que nos resultan útiles por sí mismos y hay muchos más, como los de Facebook o Twitter.
¿Y si queremos marcar nuestros propios parámetros para conseguir una ratio calidad-peso determinada o variar la resolución saliente? Pues muy sencillo, aunque hay que conocer bien cada parámetro para entender qué significa.
Usaremos el Formato H.264 como ejemplo genèrico ya que es el gran estándar actual e iremos a las pestañas que realmente interesan.
Empecemos por los parámetros de la pestaña Vídeo:
En Ajustes básicos de Vídeo vemos unas casillas a la derecha de los parámetros Si está marcada, significa que está cogiendo el parámetro del original, si no, podemos modificarlo.
Para modificar la resolución, tenemos Anchura y Altura que además están enlazadas proporcionalmente. Si quisiéramos modificar esa proporción, porque por ejemplo queremos un vídeo vertical, debemos asegurarnos que la cadena está tachada.
Luego podemos modificar la Velocidad de Fotograma o FPS seleccionando de la lista de posibles. Aquí hay que tener en cuenta que lo que va a hacer en realidad es sacrificar o duplicar fotogramas según la necesidad, en ningún caso va a hacer nuestro vídeo más o menos fluido. Como decíamos al principio: de donde no hay, no se puede sacar.
El Orden de Campos es muy probable que no os deje cambiarlo si vuestro formato seleccionado es por defecto progresivo o entrelazado. Por otro lado, casi siempre desearemos que sea progresivo con lo que no pasa nada.
En Aspecto lo que elegimos es el tamaño de píxel, que casi siempre será cuadrado.
Por último, tenemos el selector de Estándar de televisión que nos permite marcar NTSC o PAL y la casilla de verificación de Procesar a la máxima profundidad que, como hemos dicho anteriormente, recomendamos encarecidamente marcar siempre.
Pasemos ahora a Ajustes de codificación.
Aquí podremos elegir en Rendimiento qué motor de render queremos que use el export para realizarse, ya sea Solo Software (que significa mediante el procesador) o usando nuestra GPU si disponemos de ella. Si no os deja elegir es que se está usando automáticamente la mejor opción.
También tenemos Perfil y Nivel que hacen referencia al algoritmo de codificación. Lo ideal es no tocar ni trastear mucho con ellos, aunque a veces si queremos ir a resoluciones más altas, debemos usar un Nivel mayor.
Y el resto de opciones como Colores o Rango dinámico dependen de si el origen dispone de esas opciones de HDR o RAW, con lo que lo más probable es que aparezcan deshabilitadas.
Vamos a obviar las 2 siguientes opciones, que son Administrador de volumen de color y Nivel de luminosidad ya que en realidad están deshabilitadas salvo raras ocasiones en otros formatos.
La que sí nos interesa es Ajustes de Velocidad, en la que controlamos el bitrate.
Esta parte es la realmente importante para controlar el peso (y en consecuencia, la calidad objetiva) de nuestro export. Lo primero a modificar es el tipo de Codificación y básicamente tenemos 2 opciones, aunque una de ellas se divida en otras 2.
Se trata de CBR o VBR, o lo que es lo mismo Constant Bit Rate o Variable Bit Rate. ¿En qué se diferencian?
- CBR: Adjudica un bitrate fijo a cada segundo de vídeo, que ni sobrepasa ni reduce nunca.
- VBR: Se marca un bitrate deseado medio y a su vez uno distinto para máximos, que se usará en caso de que la información visual del vídeo lo requiera en ciertos momentos.
¿Que ventajas e inconvenientes tiene cada uno?
Pues el CBR exporta más rápido y nos permite controlar el tamaño final del archivo de forma absoluta, ya que siempre usará ese valor suceda lo que suceda. Y ese es también su gran inconveniente, que si en algún momento el vídeo pudiera beneficiarse de tener más bitrate para mejorar la calidad de la información (p.ej; un momento con gran detalle, o mucho movimiento en pocos segundos), no podrá hacerlo.
En cambio, el gran inconveniente del VBR es que tardará más en exportarse y que no sabremos con certeza el tamaño del archivo resultante. Pero su ventaja es que al tener precisamente variabilidad de bitrate procesará mejor momentos del vídeo que requieran mayor bitrate.
Además, si usamos la opción VBR pero de 2 pasos lo que hará el export es primero renderizar normal y con IA analizar el render y volver a exportar con lo que haya aprendido de dónde usar más o menos tasa de bits, optimizando el resultado. Es bastante más lento pero asegura la mejor calidad del archivo de salida.
Pues con los deslizadores que aparecen abajo de nuestra selección, sea CBR o VBR, definimos esos bitrates.
Para terminar esta pestaña de Vídeo tenemos los Ajustes Avanzados y los de Vídeo de Realidad Virtual que también vamos a obviar en este curso.
Pasemos pues a la pestaña de Audio.
Es mucho más sencilla, pero igual de importante. Nos ofrece distintos Formatos de Audio que aquí se refiere a su encapsulamiento dentro del archivo de vídeo. En el caso del h.264 tenemos AAC o MPEG. Preferimos siempre AAC.
En los Ajustes básicos de audio podremos elegir el códec del encapsulamiento elegido antes.
También la velocidad de muestreo o frecuencia (preferiblemente usaremos 48000Hz, o sea 48Khz) y los Canales, dependiendo de nuestro origen.
Y para terminar, tenemos igual los Ajustes de Velocidad en el que marcamos el bitrate. Aquí aconsejamos usar siempre de 320Kbps para arriba, para no enlatar demasiado el sonido.
Y para terminar este repaso, saltemos a la pestaña de Subtítulos.
Ya hemos visto antes que si tuviéramos una capa de subtítulos en nuestro proyecto podemos decidir en Opciones de exportación si queremos ignorarlos, incrustarlos gráficamente a nuestro vídeo o generar un archivo sidecar.
Si elegimos grabados en el vídeo, seguirán el estilo visual definido en el proyecto, y formarán parte del vídeo, por lo que siempre estarán presentes. En cambio, si usamos la opción archivo sidecar debemos elegir el estándar a usar.
Dependiendo de si hemos definido región PAL o NTSC nos ofrecerá un estándar diferente (.STL, o .XML SMPTE) que debemos configurar dependiendo de los parámetros concretos ya no sólo de la región, sino del país y sistema televisivo de destino. Aparte de que hay formatos que nos permiten tener multipistas de subtítulos con distintos idiomas.
Pero actualmente es mejor usar el formato SubRip que genera un archivo .srt que es compatible con casi todos los aparatos y plataformas de reproducción. Sólo permite un sólo idioma por archivo, pero funciona perfectamente. Además, en el caso de usar SRT no hay que configurar nada más que si queremos añadir el estilo visual definido al subtítulo que se creará.
Pues vistos ahora los distintos parámetros tanto de vídeo como audio y subtítulos, supongamos que queremos hacer un export de vídeo que pese poco y se pueda mandar por mail. Eso significa que no puede superar los 25 Mb de peso total, pero a la vez queremos que mantenga el máximo de calidad aunque no tiene porque ser Full HD. Pues podríamos mantener el h.264 y empezar por reducir la calidad a 720p (1280×720), que si bien no hace reducir el tamaño, es más fácil de reproducir en cualquier web sea cual sea su tamaño.
Luego jugaremos con el bitrate, usando el VBR de 2 pasos para que sea más eficiente, y marcaremos el destino que nos consiga bajar el peso al deseado (observando abajo el Tamaño Estimado).
Si necesitamos bajar más el peso, podemos incluso bajar el bitrate del audio a 128 Kbps, aunque el audio reduce poco el peso. Dependiendo de la duración es probable que tengamos que reducir exageradamente el bitrate, y es normal, a veces es imposible reducir tanta duración a un tamaño tan pequeño. Si ese fuera el caso, os recomendamos investigar otros Formatos y Ajustes Determinados que están más diseñados para este cometido.
Consideraciones finales
En el mundo de la edición, dado el lenguaje audiovisual, la variedad posible de assets y formatos, de opciones estilísticas y posibilidades de efectos las posibilidades son infinitas, con el export pasa lo mismo.
Cerrar un vídeo no es sacar un archivo master y nos olvidamos. Deberemos exportar para distintos propósitos muchas veces, así que debemos conservar como oro ese master que ya hemos visto cómo crear con una calidad perdurable, y tenerlo a mano para cuando necesitemos volver a exportar.
Además, ya hemos apuntado que la variedad de formatos y códecs no hace más que aumentar y crecer, ofreciendo más opciones de compresión y calidad. Así que como último apunte para futuros editores de vídeo recordar que es indispensable mantenerse atentos a novedades y mejoras.
Sin ir más lejos, cuando empezamos a hacer este curso el tema de los subtítulos en Premiere era totalmente distinto, y hemos descubierto casi a la vez que os lo hemos trasladado cómo funciona.
Eso sí, programas como Premiere siempre están siempre alerta de las nuevas tendencias y necesidades del mundo audiovisual, si descubrimos temas interesantes nuevos los iremos subiendo.
¡Y nada más! Este ha sido el último tutorial de este curso, esperamos que os haya resultado súper útil y práctico y no dudéis en dejar dudas y consultas en los comentarios, ya que seguiremos aquí para atenderos.
La semana que viene os mostraremos el resultado del vídeo que hemos estado editando durante nuestros tutoriales.
¡Hasta la próxima!